sábado, 25 de abril de 2009

DE ERJOS A LOS SILOS POR EL BARRANCO DE CUEVAS NEGRAS/LOS SILOS/ LAS MORADAS/ MONTE DEL AGUA/ ERJOS. 25/4/2.009

Presentación en el bar de Fleitas
La llamada de mi amigo Estanislao (el canarión), me hacia adivinar que habría pateo el fin de semana y conociéndolo, seguro que de largo recorrido.
Mi idea era meterme por las entramadas pistas y senderos que recorren el Monte del Agua, antiguo reducto de la laurisilva del Macizo de Teno, que junto con el Macizo da Anaga forman la parte mas antigua de la isla, pero es una zona poco conocida para mi, por lo que seguramente si nadie del grupo conocía las rutas, improvisaríamos sobre la marcha
El grupo lo íbamos a formar siete personas: Auxi, Antonio, Fredi, Estanislao, Jose, Alejandro y yo. Quedamos en el bar de FleitaS, en Erjos a las nueve de la mañana, donde nos presentaríamos, ya que el grupo no se conocía entre si. Después de tomarnos un cafelito pa entrar en calor y una pequeña charla para saber por donde iríamos, decidimos salir desde el mismo bar de Fleitas, bajar a las charcas, para seguir hasta Erjos y por el barranco de Cuevas Negras hasta los Silos.
El tiempo estaba nublado, por lo que seria un buen día para caminar. Aunque se me antojaba que la caminata iba a ser mas larga de lo que yo pensaba, ya que no teníamos horarios de guaguas (Autobuses para el no canario). Cruzamos la carretera justo enfrente del bar y enseguida encontramos el sendero que nos llevaría hasta las charcas bajando en zigzag. Un grupo numeroso de senderistas se preparaba para subir a la Cumbre de Bolico, saludamos y estuvimos sacando unas fotos por las charcas y sus alrededores. Luego seguimos nuestro deambular hacia Erjos. El sendero estaba completamente húmedo y verde por la vegetación del lugar. Había gente afanadas en el trabajo de sus fincas. (“Adiós amigo”) Mirada desconfiada: (“Adiós esteee”). Auxi, Antonio y Estanis, entablaban una conversación sobre un viaje a Perú ( Incansables viajeros del mundo), mientras el amigo Fredi, lideraba el grupo que pronto y sin desviarnos del sendero llegaríamos a Erjos.
Seguimos por el asfalto y encontramos bajando a nuestra izquierda el cartel informativo que nos lleva al Barranco de Cuevas Negras. Empezamos a descender despacio, sin prisas, disfrutando de tan apacible día. Nos encontramos con un cartel a la altura de los pies que dice: Te natural, señalando con una flecha hacia abajo. El lugar estaba cerrado. (“Mas me apetecía una cuarta que un vaso de te, así bajaría el barranco feliz y contento, jejejjjjj”), “Es broma, eso pa mas tarde que sabe maaas”y las garbanzas y el cacho pan claro.
El barranco se iba convirtiendo en un pequeño bosque de laurisilva que en algunos tramos se cerraba al cielo no dejando entrar la claridad del día. Los muros de piedra que protegen el camino están llenos de musgos, por la parte izquierda de este, (“ Por si alguien no lo sabe, siempre se orientan al norte, cosa que nos servirá para guiarnos“). Poco a poco, nos topamos con la primera casa del lugar, rodeada por la vegetación. En un principio parese abandonada y Fredi, como de costumbre irrumpe en ella como si de su casa se tratara. Despacio, entramos nosotros, con cuidado y sin hacer mucho ruido. ¡El nooo, el a lo bestia!. Veo que se aproxima a la puerta y con su bastón de caminata la empuja cuidadosamente. “Un día te va a salir alguien y te va a dar un palo en la cabeza por jurón”. De repente ¡Waaaaaa! Se abre la puerta de par en par y aparece una cosa barbuda con gafas y coleta, con los ojos entrecerrados por la luz repentina que le viene de frente. El barbudo:¡ Holaaaa! .
El Fredi pega un salto : !Coño¡ !que haces tu aquiii! . “Yoo vivir aquí amigooo”. “Haaaaaa buueeeno”. “Jajajajajajjjjjj” ( carcajada del grupo). “Entre salto y salto de los sustos los hombres se entendieeeron.”
Juan, que así se llamaba en español era de origen alemán y según nos contó un poco por encima la casa se la había dejado un señor de la zona con el que vivió y ayudo durante un tiempo. Juan vive en un estado “jipíentoermitaño” total. Se alumbraba con linternas, velas, o fogata y se comía las naranjas del árbol que tenia cuando se caían." Aunque el caballero tonto no eeera". Tenia su correo electronico en los Silos y posiblemente alguna cuenta bancaria también.

Luego de estar hablando un rato con el y hacernos unas cuantas fotos, nos hizo firmar en un libro que tenia para las visitas y nos dejo unas tarjetas con su correo, para que le mandáramos algunas fotos, cosa que hice cuando llegue a casa. Continuamos barranco abajo, asaltando algún que otro nísperero que encontrábamos por el camino. La vegetación empieza a ser de origen termófila (tabaibas bejeques, cerrajas, dragos etc.…) . Encontramos varias casas en ruinas y habitadas por la vegetación, aunque algunas se mantenían limpias, supongo que por la gente que acampa por la noche. Paramos en una de ellas para descansar un rato y comernos algo.
Caminábamos por un barranco impresionante, sus paredes entrecortadas y negras adivinaban el por que el nombre de Barranco de Cuevas Negras. Me sentía empequeñecer ante tanta belleza. Las tabaibas gigantescas, te iban guardando de algún que otro precipicio que se escondía en los bordes del sendero, que dejaba oír entre los matorrales el ruido del agua de los pequeños riachuelos que aquí se forman todo el año por la humedad que se produce en la cumbre. Empezábamos a divisar Los Silos y pasábamos de un tiempo seminublado y avalado por la frescura del bosque , a un día de sol costero. Estábamos en el final del barranco, no nos quedaba sino cruzar un pequeño puente de madera, llegar hasta los lavaderos y pasear por las calles de Los Silos.
Decidimos buscar un sitio donde comer pero solo encontramos el bar de la plaza. Unos refrescos, manises y aceitunas, era nuestro almuerzo por el momento. Empezamos a discutir si esperábamos una guagua sin saber el tiempo en que tardaría en pasar o subir desde Los Silos hasta Erjos, pasando por Las Moradas. Después de esperar un rato en la parada, cojimos rumbo por la veredita que nos llevaría hasta el punto de partida.
Los Silos, Las Moradas, Monte del Agua, Erjos. “¡Jodeeeerr ! “¡Me cagennn”!. y todo subiendo. Mas de uno se iba a cagar. Hablamos con Fredi para ver si se quería quedar por allí y lo veníamos a recoger con un coche, o si pasaba la guagua que la cogiera, pero dijo que no, que el también subía.
Se cree que el nombre de las Moradas se debe a las cuevas en donde habitaban los guanches y que se encontraban no muy lejos de las casas abandonadas de esta zona. Todavía podemos ver el empedrado de este camino real casi intacto, que poco apoco nos llevara hasta la cumbre de los Montes del Agua y luego hasta Erjos.
Las botas de Alejandro se le habían desarmado por completo por lo que tubo que hacer uso de unos alambres que encontramos en una finca(vergas en mi tierra) para poder seguir el pateo. El camino empieza a ser cansino, Estanis, Fran y José se adelantan, Antonio y Auxi me esperan a mi y a Fredi y yo espero a Fredi que se le esta haciendo el camino un calvario. Así llegamos a las Moradas Bajas un grupo de casas abandonadas. Desde aquí, podemos acercarnos al Roque de Las Moradas, saliente por cuyo pie discurre el Barranco de Los Cochinos. Desde esta zona veo a lo lejos algunos dragos centenarios. Fredi empieza a adquirir un tono blanco plomizo, por lo que decido parar un rato mas largo para que se pueda ir recuperando, mientras, me entretengo haciendo unas fotos por el lugar que me deja bastante impresionado por la espectacular panorámica del barranco.
Antonio me llama por el walkie talkie de vez en cuando para controlar la situación y Estanis por el móvil. Proseguimos subiendo y acelero el paso porque me estoy enfriando al paso de Fredi. Espere junto con Antonio y Auxi en Las Moradas de Arriba a que llegara. Ellos siguieron mientras yo esperaba a que volviera a descansar. El sendero empieza a ser mas empinado y dando muchas vueltas, por lo que acelero el paso para calentar la musculación ya que empiezo a sentir algún calambre por las paradas tan largas esperando al Fredi, que no pierdo de vista.
Llegamos a una zona cubiertas por pinos, que en su base tienen un corte en la corteza echa para secarlos poco a poco y sustituirlos por la laurisilva.
Entramos dentro del Monte del Agua, donde el otro grupo nos esperaba, ya que ahora ,desde aquí a Erjos eran cuatro kilómetros de pista y se habían parado en un a señalización de sendero que tenia los carteles rotos. Resolvimos subir por un atajo a nuestra derecha que cortaba la pista forestal. El tiempo se nos echaba encima y la niebla cubría la laurisilva del monte, ya que tampoco podíamos acelerar el paso porque Fredi iba muy perjudicado Auxi y Antonio , se adelantaron para ir en busca del coche, mientras yo me quedaba con el "Perjudicado." Pare en la casa forestal de Erjos esperando a que llegara Fredi.
Terminamos nuestro periplo senderista a las siete de la tarde en el bar de Fleitas comiéndonos lo único que les quedaba; dulces del lugar y unos refrescos. Lo que iba a ser un pequeño recorrido, termino siendo como yo me imaginaba, en un tremendo pateo que le rompio el alma a mas de uno.
Este recorrido se puede hacer casi en tres pateillos: (Charcas de Erjos, Barranco de Cuevas Negras, Los Silos). ( Los Silos, subimos a Las Moradas y bajamos a los Silos por el Barranco de los Cochinos). (Salimos de Erjos desde la casa forestal y cogemos la pista que esta en frente de esta , llegamos al sendero que nos lleva hasta el Barranco de los Cochinos y nos vamos hasta los Silos). A mi me quedaron ganas de bajar al barranco, pero en otro momento sera. Aunque creo que todavia se pueden entrelazar mas pateos, pero hay que conocer mejor la zona. No hagais burradas como nosotros
Y como siempre aquí me despido hasta el próximo relato.
Como decía la cabra de Pepe Monagas:
"BUUUUURGUAY".









Con nuestro amigo Juan
Charcas de Erjos


Por el sendero hacia Erjos
Gente de Erjos
Principio del sendero







La teteria estaba serrada

Entre Laurisilva



En casa del amigo Juan


Firmando en su libro de visitas

De guia con los Guiris
Algunas de las casas abandonadas

Un pequeño descanso
Telarañas

Barranco de Cuevas Negras








Verode Anual
Rosas Silvestres
Sarantonton, mariquita,chinita, cantarina o vaquita de San Antonio


Lavaderos
Por las calles de los Silos



¿Guagua ó pateo?
Subiendo Las Moradas
Con una "Verga"lo arreglamos todo


Las Moradas de Abajo



Las impresionantes paredes del Barranco de Los Cochinos.

Entrando en el Monte del Agua

Monte del Agua


Por fin en casa Fleitas "UUFFFF"
CARLOS ROJAS.